El desarrollo sostenible, que en pocas palabras se refiere a "satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las propias"1, ha llegado a todos los sectores de la sociedad.
Como es de esperarse, la preocupación por la sostenibilidad también llegó al mundo de la moda. Mora y otros2, cometan que, a mediados de la década de 1990, se generaron los primeros debates sobre la cuestión de la sostenibilidad en la moda, estimulados por el icónico escándalo de Nike sobre el trabajo infantil en 19963; y desde aquel momento, algunas organizaciones no gubernamentales, pidieron a las marcas de moda que adoptaran modelos y prácticas comerciales más sostenibles4.
Además, la preocupación por la sostenibilidad en la industria de la moda no es algo menor o superficial. Debemos saber que la industria global de la moda es la séptima economía más grande del planeta, ya que genera más de 200 mil millones de euros. Para que nos hagamos una idea de la importancia de estos números, basta con mencionar que es el doble de lo que factura el sector de la informática y la electrónica. Igualmente, es uno de los mayores sectores manufactureros de Europa y representa el 40% de todos los puestos de trabajo de fabricación en el sur de Asia (si te interesa conocer el origen de estos datos puedes revisar el Sustainable fashion blueprint 20185).
No obstante, los riesgos para la sostenibilidad son más graves para el modelo de moda rápida o fast fashion, un modelo de negocio basado en ofrecer a los consumidores novedades frecuentes en forma de productos de bajo precio y basados en tendencias6. Por ello, no es de extrañar que incluso, desde las Naciones Unidas, se considere que la moda rápida, es claramente "una emergencia ambiental", con importantes repercusiones adversas, tanto ambientales como sanitarias7.
Es por ello, que algunos especialistas hablan de un cambio de paradigma, donde las empresas de la moda se enfrentan al reto mejorar su productividad de manera sostenible, lo que supone relacionarse con la protección del medioambiente y los derechos humanos (lo que involucra a marcas españolas generalmente asociadas al modelo de moda rápida, tales como Mango o Zara)8. En este sentido, Martínez-Barreiro4 hace una descripción de los cuatro términos que se han utilizado frecuentemente en la industria de la moda:
1) Eco-Moda representa a las prendas de vestir producidas con métodos muy poco perjudiciales para el medio ambiente; y de hecho se asocia con los materiales ecológicos y las certificaciones ecológicas (también le llaman ropa ecológica).
2) Moda Ética enfatiza el aspecto medio ambiental y el social de la moda, al asociarse más con las condiciones de trabajo más justas y los modelos de negocios más sostenibles.
3) Slow Fashion surge, como un movimiento social en respuesta a los ciclos rápidos de la moda; por ende, este concepto no solo se basa en el tiempo, sino también en la calidad. Y donde el consumidor tiene un papel central.
4) La Moda Sostenible se caracteriza por incluir todos los enfoques anteriores (desde la promoción de unas buenas prácticas sociales y medio ambientales), incluyendo la reducción de la producción y el consumo de ropa, hasta promover el reciclaje y el uso de materiales renovables y orgánicos.
Por lo tanto, el concepto “moda sostenible” es el más inclusivo, ya que además del enfoque ecológico, también se considera la justicia social, el consumo sostenible y la educación para el desarrollo sostenible.
¡Gracias por llegar hasta el final!
Referencias
1. Brundtland, G. H. Informe de la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y el Desarrollo: Nuestro futuro común. Doc. las Nac. 416 (1987).
2. Mora, E., Rocamora, A. & Volonté, P. On the issue of sustainability in fashion studies. Int. J. Fash. Stud. 1, 139–147 (2014).
3. Khurana, K. & Ricchetti, M. Two decades of sustainable supply chain management in the fashion business, an appraisal. J. Fash. Mark. Manag. 20, 89–104 (2016).
4. Martínez-Barreiro, A. Moda sostenible: más allá del prejuicio científico, un campo de investigación de prácticas sociales. Soc. y Econ. (2020)
5. Albouy, D. & Adesida, O. Sustainable fashion blueprint. (2018)
6. Anguelov, N. The Dirty Side of the Garment Industry. The Dirty Side of the Garment Industry (2015).
7. Zarocostas, J. UN Forum Says Fashion Industry an Environmental Emergency. WWD vol. 8 1–8 (2018).
8. García-Torres, S. & Rey-Garcia, M. Sostenibilidad para la competitividad de la industria de la moda española: hacia una moda circular, digitalizada, trazable y colaborativa. Sostenibilidad para la Compet. 912, 87–100 (2020).
Crédios fotográficos: Cherie Birkner en Unsplash.